Viajar a Lisboa significa, entre sus imprescindibles, tomarse mediodía para visitar Belém y conocer la famosa Torre de la ciudad. Ya sea que decida ir por la mañana o la noche, el restaurante Vela Latina será una parada obligatoria para probar los clásicos de la cocina del chef Benjamim Vilaça.
El restaurante Vela Latina lleva más de 30 años en el mismo lugar: junto al río Tajo y la Torre de Belém, una ubicación privilegiada en la ciudad de Santa Maria de Belém, que acompaña a un menú que también ha sido prácticamente inalterado. Desde sus inicios el chef Benjamim Vilaça ha estado frente a la cocina del restaurante, manteniendo una carta basada en los pescados y mariscos, los esenciales mediterráneos y algunos platos de la gastronomía tradicional portuguesa. Mas recientemente, incorporando y mezclando novedades culinarias.
Que llegaron de la mano de una renovación general que sufrió el restaurante justo antes de cumplir la treintena. En 2017 reabrió sus puertas con una terraza con vistas al muelle de Bom Sucesso y una nueva atmósfera, de la mano de Viviane Leote. Un ambiente de frescura, selva y un poco de sabana, con tonos verdes y azules que se apoderan del espacio. Así como animales y flores por doquier, rematando con un jardín interior y vertical que atrae todas las miradas.
Comience su experiencia en Vela Latina en su bar -compartido con el restaurante hermano Nikkei-. ¿Mojito o Bloody Mary? Algunos de los favoritos de la casa. Cuando llegue a la mesa, podrá escoger de entremeses entre las ostras de rio Formosa del Algarve, la terrina de foie gras con tostadas de coulis de frambuesa o el carpaccio de ternera con queso de la Isla San Jorge, por ejemplo.
Los platos fuertes son algunos de los clásicos de la casa, por los que se han hecho famosos y la gente sigue visitando Vela Latina: el arroz de cilantro con langosta, el bacalao con migas de pan de maíz, la langosta fresca con ensalada verde, el hígado de pájaro en tarta de manzana casera, o las vieiras cocidas a fuego lento con salsa de limón y puré de apio. Sume también las almejas ¨Pato Pato¨, el carabinero en salsa de cilantro, entre otros.
El toque final, como era de esperarse, lo darán los postres: el clásico pastel de Nata, tiramisú servido con vino dulce natural Pedro Ximénez o un pastel de manzana con helado de vainilla. No se olvide de preguntar por la amplia carta de vinos nacionales e internacionales para acompañar el menú.
Sin importar el día de la semana, Vela Latina estará abierto para una cena familiar, en pareja, de amigos o de negocios. Al mismo tiempo, de lunes a jueves será la primera parada para comenzar la noche, con una exquisita cena y vibrar con las mejores mezclas del DJ de turno.
Desde sus inicios -hace más de 30 años- el chef Benjamim Vilaça ha estado frente a la cocina del Vela Latina.
Otra de las grandes novedades de este clásico es la adición de un restaurante -de los mismos dueños-, en la segunda sala de Vela Latina, Nikkei: especializado en cocina peruana con influencia japonesa. Una combinación explosiva para los aventureros cosmopolitas.