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Menos es más

A mediados del siglo XX en Inglaterra se dieron dos movimientos artísticos y culturales llamativos: uno el Café Racer, otro el minimalismo. A primera vista pareciera que estos dos no tienen nada que ver, menos cuando a la formula también agregas un reloj Zenith, pero vaya que sí están relacionados. La autenticidad por lo mínimo y la pasión por lo mecánicamente preciso y veloz soldan a esta trinidad.

 

El minimalismo, esa corriente artística descrita como la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo, tuvo sus comienzos en los años 60, pero hemos de creer que años antes que el filósofo británico Richard Wollheim usara la palabra minimal por primera vez, los Rockers de 1950 ya sabían de qué iba, así no hicieran uso de la palabra en cuestión. Para ellos el termino era lo ¨mínimo¨, lo mínimo para que sus motos fueran las mas veloces sobre el asfalto inglés.


Jóvenes y rebeldes eran los Rockers, personajes que vivían el rock & roll y se vestían con chaquetas de cuero llenas de insignias, pantalones de jean y botas. Su vida eran las motos y las carreras, por lo que se les conoce como los creadores del movimiento motero Café Racer en Inglaterra. Ellos solo deseaban una moto rápida -hasta 160 km/h- y personalizada para viajar de café en café. Eran asiduos al Ace Cafe o al Club 59, por lo que quitar todo aquello que no fuera necesario y poner especial énfasis en la velocidad y agilidad, dejando la comodidad de sus monturas en un segundo plano era su modus operandi y el centro de todas sus conversaciones.


Éstos eliminaban de su vehículo cualquier elemento que fuera innecesario y preparaban el motor para alcanzar la máxima potencia. La moto monoplaza, con el manillar bajo, ligera y manejable, presentaba un aspecto tosco, sobrio pero utilitario. Minimalista.


Herencia Café Racer

El abaratamiento del mercado de carros de segunda mano y la entrada de las motos japonesas cambiaron todo el panorama del motociclismo europeo, provocando que este estilo motero sufriera un declive significativo en los años por venir. Pese a esto, la marca del Café Racer en la historia ya estaba hecha y las características de este movimiento le han valido hoy ser la inspiración del nuevo modelo Heritage de Zenith.


De estilo vintage y con aires de libertad, el Heritage Pilot Café Racer presenta un estilo original, robusto y con toques retro que evoca estas motos. La imponente caja de 45mm y acero inoxidable envejecido y los atributos propios de un reloj de piloto -números arábigos luminiscentes de gran tamaño y gran corona acanalada y a rosca- le dan un toque único. La esfera gris pizarra con motivo granulado presenta dos contadores y está cubierta por un cristal de zafiro abombado. Las agujas facetadas y las cifras recubiertas de material luminiscente beige destacan con claridad, mientras que el fondo de titanio de la caja estanca a 100 metros, e incluye el grabado «Café Racer Spirit».


La correa es una contundente de piel de nubuc aceitado con una protección de caucho, con una hebilla ardillón de titanio, que acentúa la verdadera naturaleza de este reloj para los amantes de la buena mecánica y los grandes espacios.


La leyenda

La practicidad, el minimalismo y bajo una única premisa, Zenith se identifica con el Café Racer y coloca su icónica maquina El Primero para darle movimiento a este guardatiempo a pura velocidad. Así como la técnica y el rendimiento se hayan en el cronógrafo de serie más preciso del mundo -diseñado por Zenith en 1969-, el calibre cronógrafo El Primero 4069 de cuerda automática late a la elevada cadencia de 36.000 alternancias por hora para mostrar en el cronógrafo las décimas de segundo.


El mecanismo presenta las funciones de indicación central de horas y minutos, segundero pequeño a las 9 horas y cronógrafo, con una reserva de marcha de más de 50 horas. ¿Para qué mas si ya lo tiene todo?

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