Durante este último año el mundo de la moda ha estado lleno de más noticias de las anticipadas, y muchas de ellas, sin duda alguna, han sido sorpresas que solo nos hacen cuestionarnos la vigencia del orden tradicional de este negocio. Grace Coddington, directora creativa general de Vogue, se alejará de su cargo y nos preguntamos qué sucederá ahora.
Ya quisiéramos poder entrevistar a Grace Coddington para saber a ciencia cierta desde qué año empieza a contar la vida que ha hecho en Vogue. Pareciera que su biografía ha sido de esas que estaba predestinada, sin importar el cargo, a trabajar en una misma empresa. Lo que pareciera a sus 74 años que no es suficiente, así sea en una de las revistas más insignes del mundo.
Lo cierto es que Coddington –de singular cabellera naranja- ha decidido que es hora de dedicar su tiempo a otros proyectos fuera del edificio World Trade Center –donde se ubican las oficinas de Vogue- en Lower Manhattan. Aunque de igual forma seguirá manteniendo su espacio de trabajo en el rascacielos, ya que por contrato debe producir al menos cuatro editoriales al año para la revista. "No me voy de Vogue porque me ha abierto muchas puertas. Pero estará bien colaborar, y salir, y hablar con otras personas. Es simplemente otra aproximación al trabajo. Desde luego no me voy a retirar. No quiero quedarme por ahí sentada", afirma la galesa.
Como primer paso será representada por Great Bowery, agencia que reúne los nombres más importantes de la industria de la moda y la creación de imágenes de lujo. Lo segundo, hará una colaboración con la marca Comme des Garçons para crear un perfume, algo novedoso en su currículo. ¿Qué mas está por venir? Más trabajos de estilismo, series de ilustraciones con de ¨The Catwalk Cats¨ -uno de sus libros- que quizás se conviertan en un film animado y más… -o al menos eso esperamos-.
Pero, ¿cómo comenzó todo?
1959
A los 17 años decidió cambiar Anglesey, el norte de Gales –donde vivía con sus padres en el hotel que dirigían- por Londres. Allí recorta un cupón de la revista Vogue para participar en un curso de modelaje de dos semanas en la academia Cherry Marshall. Desde ese momento todo despegó, y participa en sus primeras sesiones fotográficas. Grandes nombres como Norman Parkinson y David Bailey la querían en sus proyectos.
1961
Se convierte en una de las musas del peluquero Vidal Sassoon. Él le propicia el famoso corte de cabello de ¨cinco puntas¨. Girando por Inglaterra con Sassoon para mostrar diferentes estilismos y peinados sufre un accidente automovilístico. Su vida –y su rostro- cambian para siempre, luego de pasar por cinco operaciones faciales para recuperar su parpado izquierdo.
1963
Después de dos años de recuperación vuelve a trabajar como modelo.
1968
Comienza a trabajar en Vogue UK como editora de moda. Allí hizo equipo junto a varios fotógrafos del momento y recorrió el mundo de una producción en otra, lo que le ayudó a forjar su carrera.
1987
Luego de casi 20 años, Coddington deja Vogue UK para convertirse en directora creativa de Calvin Klein Collection. Una de sus campañas más memorables es la del perfume Eternity, disparada por Richard Avedon y protagonizada por Christy Turlington. (Un año antes Anna Wintour es nombrada directora de la edición británica de Vogue).
1988
Wintour es nombrada directora de Vogue USA y Coddington se suma al proyecto como directora de moda.
1993
Se inaugura en Soho, Nueva York, la exposición conmemorativa Short Stories: Celebrating 25 Years of Vogue Fashion by Grace Coddington.
1995
Es designada directora creativa de Vogue.
2002
Le otorgan el premio CFDA por su trayectoria. Karl Lagerfeld organiza una fiesta para celebrar los 30 años de Coddington en la industria.
2009
Se estrena en el Festival de Sundance el documental The September Issue, un retrato de la relación personal y laboral entre Anna Wintour y Grace Coddington. A partir de esta fecha su reconocimiento va más allá de la industria de la moda y es identificada en la calle. En diciembre de ese mismo año recibe el premio Isabella Blow en los British Fashion Awards.
2012
Publica su autobiografía, Grace: A Memoir.
2016
Rebaja su nivel de trabajo en Vogue.
Su enfoque para narrar historias siempre ha sido claro: una perspectiva clásica, creando imágenes sublimes e icónicas que promuevan la premisa de que la moda es un arte más que una forma de comercio pura y dura. Lo que para ella genera un conflicto con las nuevas tecnologías –quizás sea esta otra razón para su distanciamiento con Vogue, con un departamento digital en crecimiento constante-.
“Lo perfecto es aburrido. La belleza no es el equivalente de la perfección”.
“Ser modelo parecía el modo perfecto de fugarme a un mundo de riqueza y emoción, la oportunidad de viajar y encontrar personas interesantes (…). Además me encantaba ver ropa bonita en bonitas fotografías, y ahí soñaba con estar yo”.
